miércoles, 5 de marzo de 2008

"La Familia", orgullo de Veracruz

por Fidel Herrera Beltrán

A propósito de las encuestas de opinión que confieren una alta calificación a la gestión de gobierno de quien escribe esta columna, manifesté que esa distinción, esa buena fama, me obligaban a redoblar el esfuerzo y a tratar de lograr lo mejor para millones de veracruzanos.

Dije, también, que ese trabajo constante, perseverante, sin descanso, había implicado muchos sacrificios y que (en numerosas ocasiones) me había privado del disfrute de momentos de intimidad y gozo placentero con mi familia.

Hoy, en este espacio, quiero rescatar palabras pronunciadas por mi esposa Rosa, en la reciente celebración del "Día de la Familia".

"Todos los seres humanos, sin distinción cultural, religiones, formación académica o posiciones ideológicas, reconocemos en la familia la base que ha dado origen a todas las organizaciones sociales, reconocemos también, que es precisamente en ella donde todos somos educados en el desarrollo de valores, sentimientos y actitudes que determinaron nuestra forma de ser y de vivir, a lo largo de nuestras vidas".

Y en su intervención, en el "Parque Natura" aludió al eminente sociólogo mexicano Samuel Ramos al reiterar que "Infancia es Destino". La presidenta del DIF estatal de Veracruz agregó que: "La formación que recibimos en nuestras familias durante los primeros años de desarrollo, será determinante en nuestro futuro, al enfrentar los retos que el vivir cotidianamente nos plantea el vivir, entre ellos, el formar nuestras propias familias".

Coincido en la clara manifestación que: "Es de vital importancia para las generaciones actuales y futuras, tomar conciencia de que nuestra labor como padres es fundamental.

Debemos ofrecer a nuestros hijos la seguridad de un desarrollo pleno, en un entorno cordial, armónico y seguro, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, que nos facilite permanentemente nuestra relación personal con la sociedad".

"Ningún niño veracruzano debe crecer sin el amor y la fortaleza de una familia que lo arrope lo proteja y lo forme para enfrentar la vida con respeto y dignidad".

Y, en esa coyuntura, recalcó que esta es una de las premisas fundamentales de las políticas sociales de carácter público, instrumentadas en Veracruz, por mi gobierno.

No pude haberlo yo dicho mejor: "En Veracruz, somos fieles a la familia", porque tenemos conciencia de su papel trascendente en la organización social y luchamos porque nuestra sociedad tome también conciencia de la importancia de convivir entre familias armónicas y bien integradas.

Ciertamente, "Muchos de los problemas sociales que vivimos actualmente responden a disfunciones que se han originado en el seno familiar. Debemos hacer todos un esfuerzo permanente para que en Veracruz estemos bien convencidos del profundo significado que entraña ser fieles a la familia. Las futuras generaciones nos lo agradecerán porque podrán vivir en sociedades menos violentas y mucho más morales, donde el respeto el amor por ellos mismos por quienes los rodean sean la pauta cotidiana del comportamiento de las mayorías y no de las minorías".

Fue un domingo entrañable, placentero, escuchar decir todas esas cosas a la compañera de toda mi vida, a quien siempre ha sido un remanso de paz y un estímulo permanente en toda mi carrera.

Sin duda, un mensaje completo, nítido y vigente que cerró con un muy bien logrado colofón: "El corazón de las familias veracruzanas latirá con mucha más fuerza y mostrará una verdadera fidelidad a sus principios".