lunes, 20 de diciembre de 2010

El Consejo Político Nacional del PRI

A la memoria de Luis Donaldo Colosio

México está atravesando momentos muy complicados: la crisis de la seguridad, la crisis económica, la crisis alimentaria y en el campo.

Estos problemas necesitan soluciones.

No se puede mirar hacia otro lado ni dejar de lado las responsabilidades.

Pero eso no quiere decir que se necesita mano firme.

La historia nos recuerda que los modelos nacionalistas y militares han hecho mucho daño a la humanidad en todas partes del mundo.

Lo que se necesita es trabajo político.

Para eso hemos construido como nación los partidos políticos, fundamentales para el desarrollo de nuestra democracia.

En particular, el Partido Revolucionario Institucional, del que soy orgulloso militante.

Ahora desde el Consejo Político Nacional hacemos un llamado al consenso, a la unión y no a la unidad.

No es una sola voz la que tenemos que escuchar, somos muchas voces y todos tenemos algo que aportar.

Hoy, en el año del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución, vamos a mandar a todo el país este mensaje de unión, de mexicanos que queremos vivir seguros en el marco de la ley, tener ingresos, combatir pobreza y marginación por la vía del empleo y de la inversión para dejarle un mundo mejor a los que siguen después de nosotros.

A través de mecanismos como el Consejo Político del PRI seremos capaces de concretar las reformas que México necesita, porque nuestra gente tendrá trabajo y, con él, una mayor oportunidad para vivir y progresar.

Hace 200 años el país tomó el camino de la soberanía para vivir la plenitud y no hay más soberanía que la que puede gozar una familia cuando tiene empleo, cuando su producto tiene precio.

En estos momentos debemos elaborar un programa de trabajo que incluya a todas las regiones del país, un programa que dé trabajo, que proponga soluciones reales.

Para llegar ahí tenemos que trabajar unidos.

En el PRI el liderazgo de nuestra presidenta Beatriz Paredes ha sido fundamental para posicionarnos como el partido que genera la mayor confianza entre los ciudadanos.

Somos gobierno en gran parte de los estados y municipios de México.

Tenemos la experiencia y ahora la renovación que se ha hecho desde la dirigencia nacional nos obliga a darle a nuestro país las soluciones que requiere.

Es necesario incluir cuatro puntos fundamentales, aparte de la urgente necesidad de crear empleos para todos los mexicanos:

1. Salud. En la transición española, el Pacto de La Moncloa partió de la responsabilidad asumida por el Estado español de atender a pensionados y jubilados que no gozaban de ningún régimen de prestaciones y también de establecer un sistema de atención geriátrica.

Es urgente ampliar los servicios médicos a todos los mexicanos y dar una atención de alta calidad.

2. Educación. En una hora en la que los recursos son escasos, derivados de las restricciones impuestas por las condiciones difíciles de una crisis económica, se hace vital y esencial la labor de vigilancia y de control.

Necesitamos de la participación social para garantizar la transparencia y la confiabilidad de las instituciones educativas.

Para que sea posible sobrevivir exitosamente a los riesgos graves y lacerantes de la crisis de la economía necesitamos ayudar a las universidades de México.

3. Alimentación. Sabemos que el sector primario es la principal fortaleza del Estado.

Esta inversión resulta primordial en dos sentidos. Por un lado, es una parte medular en la estrategia gubernamental para enfrentar tanto la crisis financiera internacional como la crisis de los alimentos. Por el otro, debemos dar un impulso al campo mexicano, para hacerlo más productivo y eficiente, con miras a que la producción agrícola, pesquera, pecuaria y ganadera tenga un incremento significativo.

Así no sólo logramos salir adelante, sino que incrementamos los niveles de producción en el país.

4. Seguridad. La seguridad es hoy el gran reto de México, y el orden público condición necesaria para la realización de programas y acciones de la República.

El principal de ellos es garantizar un combate efectivo a la pobreza.

La severidad de la crisis económica a la que nos enfrentamos nos recuerda que debemos estar al pendiente, de manera permanente, de cuidar el empleo, de mantener elevada nuestra producción, de asegurar nuestro alimento, la educación y la salud de todos los ciudadanos, pero sobre todo la seguridad para el desarrollo y para el progreso.

Fidel Herrera Beltrán.

Los sentimientos de la nación

El espíritu libertario que José María Morelos y Pavón plasmó en "Los Sentimientos de la Nación" lo tenemos que recordar ahora que está tan cerca el bicentenario del discurso pronunciado el 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero.

El país tenía seis millones de habitantes -y se calcula que quedaron cinco millones después de la Independencia nacional.

El territorio nacional era el doble, lo que explica los nombres en español de tantas y tantas ciudades amigas en Estados Unidos.

Para entonces, la naciente nación ya había sufrido su primera crisis política en 1808.

Además, después de la Promulgación de la Constitución de las Cortes de Cádiz en 1812, el ambiente estaba tenso en la todavía Nueva España.

El grito de Hidalgo se había extendido por toda la patria pero las cosas tardaron en cambiar.

Desde siempre la política ha necesitado tiempo y todos los países se han transformado.

En México hemos cambiado: vivimos más de 100 millones y los 31 estados y el Distrito Federal compartimos un sistema legal estable, aunque necesitamos cambios urgentes.

Necesitamos hacer una reforma hacendaria integral, mejorar nuestro sistema educativo, continuar con los programas de infraestructura.

México necesita respuestas urgentes a problemas muy serios de pobreza y marginación.

Para eso necesitamos reactivar el empleo, para que todas las familias mexicanas mejoren su calidad de vida.

Los actuales sentimientos de la nación requieren respuestas efectivas: aumentar nuestros productos agrícolas y comerciales, luchar a favor de la reducción de costos de los servicios, mejorar nuestras escuelas, nuestros hogares, que son el verdadero patrimonio de este país.

Tenemos que solucionar nuestros problemas para que todos los mexicanos tengamos una seguridad alimentaria, laboral, y sobre todo, confianza en nuestro gobierno, que tanto se ha disminuido en los últimos años.

El diálogo y la relación respetuosa entre los diversos órganos de gobierno y sus ámbitos sustentan nuestra democracia y fortalecen la unidad nacional.

La situación en la que viven los más pobres de nuestra sociedad nos exige actuar con audacia y rapidez.

La política de los acuerdos en Veracruz nos impulsó a volver más eficiente la administración pública.

Así, las inversiones tienen una mayor seguridad y los trabajos se pueden generar con las condiciones adecuadas.

La severidad de la crisis económica a la que nos enfrentamos nos recuerda que debemos estar pendientes de cuidar el empleo, de mantener elevada nuestra producción, de asegurar nuestro alimento, la educación y la salud de todos los mexicanos, pero sobre todo la seguridad de nuestros niños, porque son el futuro de México.

Estamos ahora en la lucha por construir un programa adecuado para México, que nos permita mejorar en todos los aspectos de la vida nacional a través de acuerdos, basados en el federalismo que desde la época de Morelos hemos construido como nación.

Tenemos que recordar también las ideas y la gran lucha de Guadalupe Victoria, primer Presidente de México.

Recordar y mantener viva la herencia de Benito Juárez y de todos aquellos grandes hombres que lucharon a su lado para darle a México una tradición republicana, federalista y sobre todo, de libertad.

Ahora que estamos sufriendo una crisis en la seguridad de nuestras familias, tenemos que trabajar por un país unido, que pueda disminuir sus índices de violencia, que pueda crecer en sus indicadores económicos, pero sobre todo, en el que todos podamos vivir y progresar.

Necesitamos un país fuerte, capaz de hacer frente a las contingencias naturales que son cada día mayores debido al cambio climático.

El siglo XXI nos enfrenta como mexicanos a retos difíciles, que nos obligan a tener mejores niveles de vida y ser capaces de competir con otras economías emergentes, pero también con las grandes potencias mundiales.

El cambio es trabajar más, hacer un gran esfuerzo para que México siga creciendo, creando empleos y llevando expectativas muy concretas de trabajo e inversión para nuestra gente.

Agradecimiento

A nombre de la familia Herrera Borunda, quiero hacerle llegar un especial agradecimiento a la señora Karime Macías de Duarte, presidenta del DIF estatal de Veracruz, por las muestras de afecto y reconocimiento hacia mi esposa Rosa Margarita.

Que Veracruz siga para adelante.

Fidel Herrera Beltrán.