miércoles, 16 de febrero de 2011

Defender al campo mexicano, Los sentimientos de una nueva nación

1. Sabemos que el sector primario es la principal fortaleza del Estado. Si impulsamos políticas para el campo, a pesar de la crisis alimentaria, no sólo lograremos salir adelante sino que incrementaremos los niveles de producción para satisfacer las necesidades de la familia mexicana.

El sector agropecuario registra un balance deficitario en sus exportaciones, como lo señaló Juan Carlos Cortés, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, en el Senado de la República. Por eso la Secretaría de Economía no debería promover los TLC con Perú, Colombia y Brasil, ya que afectaría la producción nacional del sector primario.

2. Incluso después de la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y Canadá, no pudimos exportar los excedentes de azúcar a estos mercados por la existencia de las cartas paralelas que desde hace cinco años quedaron sin efecto.

3. Los acuerdos comerciales permiten, entre otras muchas posibilidades, que los excedentes en la producción azucarera nacional podrían incluso buscar mercados extranjeros para comercializar la producción. La industria puede exportar algunos excedentes al mercado norteamericano, por ejemplo, pero sería difícil competir con Brasil y con las producciones africanas de caña de azúcar.

4. Ahora en los mercados internacionales hay un buen precio de los productos agropecuarios. Existen condiciones internacionales de buenos precios de los productos del sector primario.

Es la hora de respaldar al campo, es la oportunidad de hacer crecer al México rural. Es importante que apoyemos las expresiones del sector social de México -a través de la CNC- y del sector privado. Una nueva nación necesita de acuerdos entre todos los sectores productivos, sobre todo en el campo mexicano. Por eso ahora no debe haber ningún acuerdo adicional de apertura en materia agropecuaria.

5. Una nueva nación le da todo su apoyo a las organizaciones que conforman al sector agropecuario nacional en su lucha por evitar un Tratado más de Libre Comercio (TLC) con Perú, la ampliación del TLC con Colombia y el inicio de un posible TLC con Brasil.

La presencia de Juan Cortina Gallardo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera en el Senado de la República es una muestra de cómo las instituciones deben participar en la defensa legítima de los derechos de nuestros productores y trabajadores.

6. La república azucarera mantiene fortalezas para salir adelante, mantiene estabilidad para lograr sus propósitos y tareas hacia el bienestar. La reciente elección como secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera de Adrián Sánchez Vargas, un extraordinario veracruzano, es una muestra de cómo la sociedad, junto con las instituciones, pueden trazar un nuevo rumbo para México.

7. Defender al sector agropecuario mexicano, impulsar nuevas tecnologías y modelos productivos de punta en campo y en fábricas, que respalden a la mecanización del sector rural, sobre todo del que cultiva la gramínea, es una línea de acción sustantiva e inmediata. Son más de 15 estados de la República, y más de cuatro millones de mexicanos -de los cuales un millón viven y trabajan en Veracruz- que dependen de ésta, que es la principal agroindustria de México.

8. Hagamos lo necesario para seguir manteniendo nuestros niveles de producción, sembrar más caña para azúcar y para etanol es un negocio rentable que lo seguirá siendo en los próximos 25 años. Esta agroindustria tiene un presente de oportunidad innegable y un futuro indiscutible.

Los empresarios deben seguir siendo punta de lanza en el negocio que a ellos corresponde, y el Gobierno, en términos del artículo 27 Constitucional, debe seguir impulsando el desarrollo rural, que genere las condiciones de paz y además inversiones en infraestructura, en educación, en salud y en vivienda.

9. La industria azucarera es una multiplicadora de bienes y servicios y un enganche fundamental de la actividad económica industrial, comercial y de servicios. El campo azucarero es de donde menos emigran los paisanos a buscar empleos en las fronteras con los Estados Unidos. Este campo generoso, ahora en medio de la crisis de la economía y la seguridad que lastima a la sociedad, es el primero en recibir a los que pudieran tener una oportunidad de regresar.

Ahora debemos defender a la industria azucarera con leyes y acciones; debemos lograr su reconstitución, evitando el desplazamiento del azúcar por la importación de fructosa, y hemos seguido en su defensa posicionando la rentabilidad de la industria para evitar el cierre de ingenios.

10. Existen mejores incentivos que los TLC para reconstruir al campo de México. En el mercado interno hay un inmenso escenario de oportunidades. La solución debe ser integral: erradicación de la violencia, sustentabilidad, detener al cambio climático, la capacitación y la educación son el camino para mejorar la vida de los mexicanos.

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