jueves, 1 de marzo de 2012

Privacidad en línea

1 de Marzo de 2012

Fidel Herrera Beltrán

El auge que ha tenido en la última década el uso de novedosas tecnologías conectadas a la red de internet, como los dispositivos móviles y los sistemas de localización satelital (GPS), ha favorecido el surgimiento de nuevas formas de comunicación y de una cultura digital que se construye día a día a una velocidad casi inimaginable.

Es así que, en esta era de la inmediatez, en cuestión de segundos un internauta comunica, comparte y comercia utilizando datos personales de manera masiva sin mayores restricciones. De igual modo, deja huella de lo que publica en la red y que es registrado por un conjunto de bases de datos que lo catalogan en sus hábitos y preferencias.

Ante esta realidad, nuestras sociedades se enfrentan hoy a un gran desafío: establecer un estado de derecho eficaz en el espacio virtual y brindar protección a la privacidad de quienes hacen uso de la red. Por ello, resulta positivo el exhorto que hizo el presidente Barack Obama en cuanto a salvaguardar el derecho a la intimidad y a la protección de los datos personales de los usuarios de la red.

En México, nuestra Constitución Política en su Artículo 16 es muy clara al establecer que: “Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos…”, garantizando con ello el ejercicio de los así llamados derechos ARCO.

Por su parte, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, que entró en vigor el 6 de julio de 2010, así como su Reglamento del 22 de diciembre pasado, establecen los procedimientos para el ejercicio y protección de estos derechos ante el IFAI, institución que en nuestro país es garante de los mismos y cuenta con las facultades para aplicar diversas sanciones, incluso cárcel, a quienes lucren con la información personal.

La transparencia va ligada a la protección de datos personales y tiene una importancia vital para la democracia y el desarrollo de nuestro país al garantizar a todos los principios de privacidad, consentimiento y responsabilidad que deberán observar las personas físicas o morales que utilicen o manejen datos personales en el curso de sus actividades.

Sin embargo, la clave está en la participación ciudadana. El reto que tenemos es alcanzar una cultura sólida sobre el ejercicio pleno de nuestros derechos fundamentales, lo que nos permitirá alcanzar la nación desarrollada y democrática a la que aspiramos.