jueves, 24 de mayo de 2012

El PRI, Enrique Peña Nieto y el Decálogo por la Democracia

Fidel Herrera 
24 de Mayo de 2012

Los nuevos paradigmas en los que se desarrolla la democracia moderna han tenido como consecuencia una mayor libertad de expresión y nuevas formas de participación ciudadana, tanto para resolver los problemas que aquejan a una nación, participando en la elaboración de políticas, como en la forma de elegir o de manifestar preferencias en la elección de sus futuros representantes.

De esta forma, la democracia en la era digital impone nuevos desafíos para quienes participan en política y administran el Estado. Las nuevas tecnologías han brindado a los ciudadanos, ahora como cibernautas y conectados a la red, la posibilidad de opinar y describir lo que ocurre a su alrededor; demandar de manera instantánea respuestas y acciones de las autoridades; y hasta adicionar información que consideran debió haber sido publicada en los medios de comunicación. 

Entender las nuevas claves de la era digital en la democracia moderna es fundamental para el fortalecimiento del estado de derecho, así como para garantizar las libertades consagradas en nuestra Carta Magna y orientar las políticas hacia un impacto positivo en la ciudadanía. 

Por eso, el candidato presidencial de la coalición Compromiso por México PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, ha propuesto dentro de su plataforma electoral el Decálogo por la Democracia, instrumento que permitirá fortalecer los vínculos entre el Estado y la sociedad civil. 

En este contrato con la ciudadanía, propuesto por el candidato priísta, me parece muy importante el tema correspondiente a las libertades de expresión y de manifestación, pues se protege el ejercicio de estos derechos en todos los espacios públicos del territorio nacional, lo cual fomentará una cultura de respeto y tolerancia a todas las expresiones políticas. Las críticas, dice el manifiesto, desde cualquier canal o formato de expresión, incluyendo las nuevas formas digitales, serán escuchadas y atendidas. 

La era digital está aquí, los espacios democráticos deben abrirse y servir para establecer nuevos canales de participación corresponsable entre ciudadanía y gobierno, que se manifiesten en acciones consensuadas. Ello implica transparentar la función pública y rendir cuentas, pero adicionalmente, posibilita que sociedad y gobierno articulen de manera conjunta las políticas públicas. 

El decálogo por la democracia, en esta era tecnológica implica, de la mano de la gente, construir un México unido y fuerte a partir del reconocimiento de la diversidad y de las muy respetables convicciones e ideas de todos los mexicanos.