jueves, 12 de julio de 2012

Inflación y Desarrollo


El repunte presentado en los índices de inflación en México en el mes de julio, generó que el reporte anualizado de este importante indicador alcanzara el 4.6 por ciento, contra el cuatro que se esperaba al terminar el presente año. Los analistas económicos consideran que muy probablemente este resultado es estacional y que la tendencia es que al finalizar 2012 se cumpla con la meta establecida. Esperamos que así sea.
Si bien este aumento es resultado del incremento en los precios de algunos productos agrícolas, como jitomate, manzana y naranja, también influyó en él, de manera significativa, el presentado en los energéticos: gasolinas, diésel y gas doméstico L.P. Esta situación indica, una vez más, la inminente necesidad de avanzar en dos temas fundamentales: la implementación de programas de apoyo al campo con un enfoque alimentario para producir lo que México consume, y una reforma energética que permita inversiones adicionales, competencia y, por tanto, disminución en los precios de los energéticos.
Atrás quedaron esos años en que los mexicanos teníamos que enfrentarnos a tasas inflacionarias incluso superiores al cien por ciento, problema que las autoridades responsables atacaron con éxito a partir de 1982 dentro del marco de un escenario financiero internacional complejo, sobre todo por la falta de recursos del país para cubrir el servicio de la deuda externa.
Son diversos los factores que pueden explicar el crecimiento inflacionario. Entre ellos está la denominada inflación por expectativas, es decir, la que ajusta los precios a la alza sólo porque se cree que así sucederá en el futuro inmediato. Esta situación ya la hemos vivido en México y para frenarla los presidentes de aquella época impulsaron un sistema de contención que se denominó Pacto para la Estabilidad Económica. Otro, responde a factores estacionales que impulsan la demanda sobre la oferta provocando el incremento sostenido de precios de algunos productos.
Nuestra memoria aún mantiene fresco el recuerdo de aquellos momentos en los que la inflación parecía incontenible, con la terrible consecuencia que origina al redistribuir la riqueza de manera negativa, esto es en dirección de los que más tienen y en perjuicio de la población vulnerable, por ello es que los mexicanos debemos poner mucha atención a este tema.
En una economía con inflación no se invierte ni se generan empleos, de ahí la importancia de cuidar nuestra estabilidad macroeconómica al ser el principal sustento para el impulso del desarrollo.