jueves, 6 de septiembre de 2012

Impulsar al sector agroindustrial: solución a la crisis alimentaria

6 de Septiembre de 2012

Fidel Herrera Beltrán

 

El Banco Mundial alertó a la comunidad internacional, desde 2010, sobre el riesgo que el cambio climático podría generar en los ciclos regulares de la actividad agrícola y por tanto en la producción de alimentos. Al observar la sequía que afectó gran parte del territorio nacional en los últimos cuatro años y la que ocurre actualmente en la Unión Americana, es claro que sus pronósticos tuvieron fundamento.
A las presiones que el cambio climático ejerce sobre las cosechas y los ciclos agrícolas, este año debemos sumar en nuestro país los estragos que un brote de gripe aviar causó entre la población avícola y consecuentemente en la producción de huevo, generando una escalada de aumentos de precio que repercute tanto en el consumidor directo como en las industrias que lo utilizan como insumo productivo.
Lo importante ahora es la reacción de la autoridad para contener la burbuja especulativa en los commodities, sobre todo porque el huevo no es el único producto que se ha encarecido en los últimos meses, no olvidemos el caso de los cereales cuyos precios también están aumentando.
En el fondo, el encarecimiento de productos alimentarios esenciales, así como el ajuste mensual en el precio del gas y las gasolinas, están generando espirales inflacionarias que no veíamos desde hace años. Ante este escenario, es prioritario retomar la política pública alimentaria como un tema de seguridad nacional, dado el efecto devastador que tiene el incremento de precios sobre la canasta básica y el bienestar de nuestra población, especialmente de quienes viven en situación de pobreza, alrededor de 52 millones de personas.
El gran desafío para la próxima administración federal está en lograr armonizar las necesidades de incremento presupuestal con la demanda de la población por disminuir el costo de la canasta básica en un entorno internacional de escasez de productos.
Resulta contundente que la solución de este problema no reside en la ampliación indiscriminada de cuotas de importación, porque a nivel internacional los precios también están aumentando. Lo que debemos hacer es iniciar sin dilación el cambio que requieren nuestro campo y el sector agroindustrial.
El margen de maniobra es estrecho. No podemos controlar el entorno internacional del mercado de commodities, pero sí podemos avanzar en la modernización y tecnificación de nuestro campo. Sólo así lograremos alcanzar la soberanía alimentaria de México.

herrerafidel@hotmail.com 
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