miércoles, 26 de diciembre de 2012

El campo mexicano: federalismo agropecuario

Patria Nueva 
Fidel Herrera Beltrán 
26 de diciembre de 2012
  Felices fiestas y los mejores deseos para todos en 2013


1. La nueva administración federal está resuelta a atender -con medidas concretas e inmediatas- a los 24 millones de mexicanos que viven en el campo y que en su gran mayoría enfrentan altos niveles de marginación y pobreza.

2. En muy poco tiempo al frente de la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto ha girado instrucciones para realizar los ajustes conducentes que permitan mejorar la coordinación entre agencias y niveles de Gobierno, con lo que también fortalece al federalismo mexicano. Recordemos que el Pacto por México incluye reformas legislativas y políticas públicas específicas para relanzar la producción agrícola nacional y recuperar la autonomía alimentaria que hace años tuvo nuestro país.

3. La propuesta del nuevo Gobierno, concentrada en cuatro puntos, focaliza su atención en la problemática que en la última década se ha presentado en el agro mexicano y que se manifiesta en baja productividad, tierras sin la capacidad necesaria para su regeneración, escasa inversión en tecnología y equipamiento, y ausencia de canales adecuados de comercialización; lo que en conjunto limita las posibilidades del campo mexicano para alcanzar niveles de rentabilidad razonables.

4. En este programa de trabajo destaca el hecho de mantener los beneficios fiscales actuales a patrones y trabajadores agrícolas; ello permitirá que el campo no reciba una carga adicional de costos para el mantenimiento de las obligaciones en materia de seguridad social, al tiempo que se promueve la formalidad del sector.

5. Por lo que corresponde al financiamiento, los créditos que otorgue la banca de desarrollo al campo deben ofrecer tasas preferenciales que promuevan inversiones en nuevos sectores y productos, propiciando el uso de tecnologías modernas para su explotación, así como entregar de manera eficiente y oportuna los apoyos dirigidos al sector, es decir, empatados con los ciclos agrícolas.

6. Una variable importante que considera la propuesta presidencial es la recurrencia, cada vez mayor, de los periodos de sequía o de intensas lluvias fuera de temporada que han afectado considerablemente la capacidad generadora del campo. Asegurar la siembra, a través de mecanismos de cobertura adecuados, dará certidumbre a los campesinos en la eventualidad de tener que enfrentarse a pérdidas totales o parciales de su patrimonio, lo que además dejará de ser un agravante adicional a la pobreza.

7. Garantizar la rentabilidad del campo implica un trabajo de largo plazo. Es fundamental que las organizaciones campesinas se integren a los procesos de cambio e innovación para fortalecer las cadenas productivas y se agregue valor a la producción agrícola.

8. El agua es tema fundamental para el sector agrícola nacional, no sólo su utilización eficiente, también su recuperación. El agua pluvial se aprovecha en niveles mínimos por lo que será necesaria una mayor inversión para construir receptáculos de almacenamiento, evitando con ello la sobreexplotación de los mantos acuíferos. El uso eficiente del agua implica su cuidado, preservación y racionalización, así como acciones impostergables para recuperar las zonas deforestadas.

9. En el fondo, la nueva política agrícola se apoya en esquemas productivos rentables y sustentables, su objetivo es dar viabilidad social y económica a la población que vive en el ámbito rural, al generar las condiciones para que tengan niveles de vida dignos y una nutrición adecuada.

10. En los años de mayor éxito económico de México, el campo garantizó la seguridad alimentaria del país. A través de la estrategia delineada por el Presidente, estará otra vez en posición de ser la piedra angular del desarrollo nacional.

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