jueves, 10 de enero de 2013

Innovación y Tecnologías Digitales

10 de Enero de 2012
De un modo cada vez más intenso, las empresas desarrolladoras de software están haciendo públicos sus códigos y líneas de programación como una estrategia agresiva para propulsar la innovación de sus aplicaciones digitales. El progreso de este enfoque de negocios ha tenido resultados asombrosos, no sólo por la velocidad con la que se apodera del mercado, sino por la amplia gama de aplicaciones que se han generado a partir del acceso libre.
Un ejemplo significativo es el sistema operativo Android, que funciona en una plataforma de software libre, y que hoy está presente en más del cincuenta por ciento de los teléfonos celulares y tabletas que operan en el planeta. Y es que el acceso abierto a los códigos de programación ha dado a los desarrolladores el ambiente y las herramientas idóneas para impulsar el avance tecnológico continuo a escala global.
Esa misma estrategia ha llevado a los fundadores de Google a difundir una cultura que hoy está revolucionando la ciencia en campos que van desde la medicina o la física, hasta aplicaciones fascinantes en el mundo de la educación y los negocios. Llama mucho la atención que universidades líderes en la generación de patentes, como el Massachusetts Institute of Technology (MIT), hayan puesto en línea los contenidos de sus cursos bajo un esquema de acceso y licencia libre. Esta actitud no sólo destaca el espíritu vanguardista de esa institución académica, sino que también abre la puerta a miles de personas —en su mayoría jóvenes— a contenidos educativos de enorme calidad a los que de otro modo sería imposible acceder.
Esfuerzos como el del MIT los vemos reflejados en otras plataformas impulsadas desde la sociedad civil, como la Khan Academy (https://www.khanacademy.org/), que es un repositorio virtual que contiene más de tres mil cátedras universitarias en una amplia gama de disciplinas, como matemáticas, economía o historia mundial. Las sesiones han sido grabadas por profesores de enorme reconocimiento, y sin otro objetivo que contribuir a la formación de los jóvenes universitarios en todo el mundo.
No hay duda que estamos frente a una revolución del conocimiento y de la forma como éste se difunde al público interesado. Las empresas y las universidades están convergiendo en el acceso universal de sus plataformas para impulsar la innovación. A esa tarea deberán sumarse los tres niveles de gobierno de nuestro país para lograr que todos los mexicanos, sin distingo, tengan acceso a la red.

herrerafidel@hotmail.com 
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