jueves, 15 de marzo de 2012

Plataformas tecnológicas

15 de Marzo de 2012

Fidel Herrera Beltrán


Una de las claves para que México se inserte con éxito en el escenario de la competitividad global, es la implementación de las llamadas plataformas tecnológicas, herramientas enfocadas a operar como bancos de conocimiento capaces de detonar empleos mediante proyectos productivos y generación de sociedades del conocimiento con impacto global.

Hoy, la interacción entre usuarios que permite la web 2.0, facilita el establecimiento de comunidades virtuales, de las que se desprenden oportunidades para la creación de laboratorios digitales y plataformas tecnológicas. Estas unidades de investigación, por medio de la vinculación que facilita internet, conforman redes y comunidades en apoyo del conocimiento. De igual forma, representan una extraordinaria herramienta para investigadores, educadores, estudiantes, empresarios y profesionistas, al proyectar estrategias en la solución de problemas, así como mecanismos de crecimiento y generación de nuevas competencias.

Los países que conforman la Unión Europea emplean las plataformas tecnológicas como parte de su plan de desarrollo, y un ejemplo claro es la Estrategia Lisboa, que utiliza esta nueva modalidad para la investigación. A decir del Comisario Europeo de Ciencia e Investigación, estas plataformas son consideradas fundamentales para “alcanzar una sociedad de la información y el conocimiento, basada en la investigación y el desarrollo, y acelerar las reformas estructurales necesarias para reforzar la competitividad y la innovación”.

En México existen esfuerzos importantes al respecto, tal es el caso de Plataforma Tecnológica Mexicana (PTM), que impulsa Alfredo Sánchez Alcántara, pionero en nuestro país del internet y las tecnologías de información. Con la PTM, se gestiona el intercambio del conocimiento y abre espacios para la innovación entre grupos indígenas y mujeres. Esta iniciativa es apoyada por la Unión Europea y tiene por objetivo establecer un modelo para volver más competitivas a las micro, pequeña y mediana empresas.

Debemos sumarnos al gran esfuerzo que hace la sociedad civil para emprender proyectos productivos, con políticas públicas dirigidas a la comunidad estudiantil, en universidades e institutos tecnológicos, instancias que podrían convertirse en el eje central de la revolución tecnológica en nuestro país.

Estas plataformas serán útiles para que en México construyamos un nuevo proyecto de nación, formando una red de expertos, ciudadanos, investigadores y académicos, en la que definamos una agenda estratégica de largo plazo y logremos hacer de nuestro país una sociedad del conocimiento, competitiva y desarrollada.